viernes, marzo 31, 2006

Ni olvido, ni perdón (abril el 2002)

Patagones. Deportivo Patagones quedó fuera del Apertura 2002 de la Liga Rionegrina de Fútbol por no garantizar su continuidad deportiva y la mayoria de sus jugadores pasaron a vestir la camiseta e otros clubes; así finalizó anoche la novela que protagonizaron durante las últimas dos semanas autoridades del club, futbolistas, técnico, juez, síndico, hinchas y miembros de la LRF.
Manteniéndose en el anonimato jugadores, dirigentes y simpatizantes, reconocían en los últimos días que las negociaciones con el juez estaban demoradas, pero tenían una pequeña luz de esperanza de que deportivo conseguiría por segundo año consecutivo superar las dificultades que trae la quiebra del club.
Mientras algunos Dt’s se relamían por los jugadores que incorporarían, otros se preocupaban por saber si jugarán “ya” este domingo. Por suerte para ellos las transferencias deben ser aprobadas por el síndico, trámite que tardaría al menos dos semanas. Este torneo, los aficionados tendrán que acostumbrarse a la ausencia del tricolor, aunque sus referentes estarán presentes en otros planteles.

Esto es (textual) lo que apareció en el Diario "Al Día" de Carlitos Blanco en abril del 2002, es su versión sobre la ausencia del Tricolor en los torneos de la Liga de Beacon.
Todos sabemos cual fue la realidad (sobre todo los que estuvimos intimamente involucrados en estos acontecimientos), no dice la nota que "la perdida de la continuidad deportiva" del Deportivo Patagones fue votada en la Liga por los representantes de los clubes que la componian en ese momento. Y que son precisamente los que aparecen en la misma nota (un poco más abajo) en la tabla de posiciones donde el Depo está ausente.
No se si todos levantaron la mano, pero ganó la mayoría.
Y también se siente (por parte del autor del articulo) cierto regocijo, cierta alegria mal tapada por palabras estupidas, de que otros equipos se disputen la presencia en sus filas de los jugadores del Club (y por algo aquí lo pongo con mayusculas), que a la larga y aprovechando la situación con algunas trampas burocraticas y económicas, se quedaron con el pase definitivo de jugadores que se habian formado en nuestras inferiores.
Bueno, por suerte en el Depo estaban los dirigentes, los hinchas y los jugadores que hicieron posible salir de esta desgracia.
Ahora solo es un mal recuerdo, pero ojo no nos olvidamos de nada.


De los diarios (1) Un poco de historia en imágenes



















































El Tordo (cuando no expulsado) festeja desde el alambrado un gol de Ramón Galiano a Sol de mayo en el Integración 2000, y sale en la tapa del Noticias (de la Bosta)

Pecho frío (Cuentos de potrero)



La siesta me deja siempre de mal humor. Fastidioso, alunado, es raro que me levante contento, y no te digo nada si me despiertan los ladridos histéricos de los perros, como esta tarde.

- Del vamos, ... arrancamos para la mierda, señora...!

Eso fue exactamente lo que le dije a la vieja, mientras la puerta se abría penosamente y el viento me envolvía en un abrazo.
Con su nariz afilada y pálida, me apuntaba directamente al ombligo.

- Usted no cree que el diablo se esta apoderando de la tierra, y nosotros estamos indiferentes, ... ante algo tan terrible...? - Me preguntó de un tirón, sin respirar.

Apretando entre las manos un portafolio de plástico gastado. Del que asomaban revistas y folletos, entre los dientes de un cierre roto y definitivamente inservible.
Quizá valga la pena aclarar que a esa hora el barrio dormía mansamente, el sol se despachaba a gusto sobre las veredas, y el ripio de las calles.
Rebotando de vez en cuando, y reflejándose en los vidrios.

- A quien se le puede ocurrir despertarme para que le conteste semejante pregunta...?, vaya doña...!, trate de no volver a romper las bolas por esta casa, ... y menos en este horario...! - Le dije con los ojos semi cerrados, frenando la puteada.

Y no le zampé un portazo por respeto a una anciana. La puerta se cerró como siempre, con ese ruido que te hace doler los dientes. Insoportable.

Pensar que hubiera podido seguir durmiendo, hacer una siesta bien larga, casi hasta la hora de la cena, levantarme para morfar y meterme de nuevo en la cama. Como esperando que el olvido aparezca entre las sabanas, y que la almohada me deje el cerebro en blanco.
En realidad estoy cansado, una mezcla entre cansado y amargado, echo mierda, como con gripe.
Lo de ayer a la tarde, me destrozo el físico y el marote. La cabeza la tengo todavía a mil, no puedo creer que sea cierto, eso que repaso y repaso las imágenes mentalmente, y me parecen mentira, eso sí que las tengo grabadas las tengo grabadas para siempre, seguro que me van a perseguir toda la vida, y cada nueva oportunidad que le de al recuerdo, me volverán esas ganas de vomitar y a la vez de meterle una piña a la pared, de gritar pero la voz no me sale y de llorar. Todo junto.
Que calentura hermano, estas cosas si que no se te van nunca. Teníamos toda la fiesta armada, creo que esa fue la boludez mayor, pero ojo, no festejamos por adelantado como decían algunos, nos preparámos un poco, por que al final, y decimelo vos que viviste todo esto lo mismo que yo, la cosa estaba para darse, no era ciencia ficción, era bastante real la cosa, pero como yo siempre digo, y me cago en mis profecías, haber si todavía estos hijos de puta se agrandan de visitantes.

La gorda me sugirió anoche, tímidamente. Pobre, le daba miedo hasta de hablarme, fijáte mi calentura, pensaría este me mete un sopapo, ella sabe como me pongo cuando me pasan cosas así. Así que actuaba calmosamente como manejando nitroglicerina en un frasquito, pero en chancletas.

-Por que no te tomás un sedante...? -Me decía.

Como para sedante estaba. La verdá que si que estaba para sedantes, para un frasco entero, pero ya me había tomado unos vinos de pasada en el club, y pensaba que eso me iba a calmar un poco.
Aunque no me lo puedas creer te juro que en ese momento caminaba en el aire, más bien trotaba y la propulsión era a puteadas.
Yo se que la idolatría hacia la estrella del equipo es un fenómeno normal, lógico, pero hay una cosa que siempre pienso, sobre todo cuando estoy en la tribuna, que en este sentimiento también se mezcla el resentimiento de no ser “uno” el ídolo, al que le salen todas, el que mete los tiros libres en los ángulos, el que la lleva atada, el que amaga y hace pasar dos tipos de largo, al que la hinchada le corea el nombre. Es decir “uno” estar en el lugar de “ese” tipo.
Que al final capaz que es un pobre infeliz, que no es ni consciente del momento único en la vida que esta viviendo, o no?.
Y se le pasan los años, se le van las buenas épocas, no le empiezan a salir ni una gambeta, los tiros libres todos masitas, los pases para la mierda, y se termina el cuarto de hora, y cuando se te termina se termina, no hay lola, para colmo se amarga, no entrena, morfa, engorda y se fue todo a la puta que lo parió.

No se que carajo pasó ayer en el partido, no se como analizarlo, pero no le salió una, al contrario, parecía que jugaba en contra, no corría, no metía. La verdá es que ninguno metía, parecían señoritas, estos hijos de puta no sienten la camiseta, no son hinchas como uno que se mata si hace falta por esos colores. Es como vos decís estos no sienten nada, ni se calientan, ni se amargan, sobre todo el negrito, que de chiquito parecía otra cosa, pintaba distinto, otro temperamento, pero ahora ahí lo tenes, un “pecho frío”.
Que pesadilla, me cago en Satanás, seguro que la vieja que vino a convencerme a la puerta tiene razón algo sobrenatural impregnó la cancha, nos embadurnó la gramilla de mala leche, y justo en una tarde que estaba hasta el culo de gente.
Todo dado para que por fin ganáramos un campeonato, pero nosotros, y es real, no me dejes mentir, nacimos para sufrir. Lo cierto es que nunca vamos a pasar un momento agradable, siempre penando, siempre con la posibilidad de amargarnos al alcance de la mano.
Ya se, te lo adivino por la trucha que vos andas igual que yo, se te nota en la cara de ojete, aunque creo que más nervioso, yo admito que me fui calmando, al final no es la muerte, pero es casi tan jodido como la parca, le pega en el palo diría, como el penal que tiró este boludo, el negrito, no quiero ni acordarme, que bajón hermano.
Pero nunca te vi temblar tanto o estuviste chupando toda la noche y ahora el hígado no te da abasto con tanto tetrabreak en el buche, y hasta creo que tenes cara de dolor de balero, por los ojos rojos lo digo, te tomaste algo, aunque sea un geniol, por que no te sentás, fiera ?
El fobal es un fenómeno totalitario querido, nadie, ni el más indiferente puede escaparle, o hacer que le pasa por encima, siempre de alguna manera te engancha, y ahí cagaste hermano, no te larga más.
Y los que quedan afuera, ya los ves, son unos parias, nadie les da bola, no tienen ni de que hablar, como el cara de gil de tu vecino, el de anteojos, todo el día encerrado en la casa, no se que carajo hace, yo creo que la indiferencia al fobal lo transformó en un ermitaño, debe ser el único tipo del barrio que ayer no lo vi en la cancha.

Así que tuviste un quilombo con la Negra?, seguro que se enculo por que llegaste en pedo y sin un mango, después de estar matándote en el club hasta cualquier hora, seguro, tratando de sobrellevar la desilusión de tan inesperada derrota, o pasó algo más?, a mi no me vengas con el cuento, a vos te pasó algo más, tanto no te pudo afectar que la Negra te putee un poco, acá la rosca fue mayor, contá boludo, para que somos compadres, y nos criamos juntos, y defendimos los colores gloriosos de la institución mientras nos dió el cuero, y después lo seguimos como los mas acérrimos hinchas, sin fijarnos en climas ni en la ferocidad de las hinchadas rivales, ni en las canchas más jodidas para rajar, o nó ?
Acordate que el amor tiene muchas formas hermano, y todas se van mezclando, indiferencia, rencor, odio, sexo, son pasiones que van chocando, y por ahí se arma, explota, ese es el momento de afinar la astucia para que las cosas queden como antes, o directamente tirás todo a la mierda y a otra cosa mariposa. Son pasiones incontrolables hermanito, como el fobal.
A mí lo que más me jode es que estos negros de mierda nos hayan quitado la posibilidad de la alegría, que creo es el único lujo que podemos darnos nosotros, siempre en la mala, siempre con los dientes contra el piso, siempre oliendo mierda, y justo cuando una se nos podía dar, algo para festejar, al central de ellos le salen todas. Parecía Baressi, que bien jugó de libre ese hijo de puta, no le ganaron una de arriba, y nosotros con la mente totalmente bloqueada la única que nos salía era tirar centros y más centros, o pelotazos de frente y el langa ahí, prolijito, tic devolvía de cabeza, tic cortaba con el empeine, tic la dormía en el pecho, siempre limpito, siempre sin esforzarse parecía, le salieron todas al turro, mirá más me acuerdo y más me caliento.

Vamos loquito pará, a vos se te armó un toletole en serio con la patrona, desembuchá, esto no es una bronca común de todos los días, esta rosca es con sorpresa y todo o me equivoco ?. Como podes ser así, o no soy tu mejor amigo, o no nos criamos juntos, largá hermano, seguro que después te sentís mejor. Mirá yo tanto putear contra estos muertos, que casi ya siento como superado lo del partido de ayer.
Cada vez que me acuerdo con las expectativas que iba para el estadio, la tarde hermosa, el sol no muy fuerte, una brisita suave que te refrescaba al entrar por la camisa abierta, la panza llena, aunque estaba nervioso morfe bastantante, pensaba, con la caminata hasta la cancha me bajan los ravioles y me voy a sentir mejor. La gente toda igual que yo, ni se le cruzaba por la cabeza a nadie lo que lamentablemente pasó después. Como nos derrumbaron la felicidad. El gol tempranero le cagó los nervios a todos, hasta a los dirigentes se les veía la desesperación en los ojos, creo que no se bancaron la responsabilidad de tener que remontar un resultado para salir campeones, eso es falta de fibra, es verdá que muchos son pendejos, pero que falta de huevos hermano, en estos casos hay que jugarse hasta la vida.

No, no me digas eso fiera, si acá todos sabemos de donde vos la sacaste, más enterrada en la mugre no podía haber nacido, nunca se paró a pensar la atorranta que le salvaste la vida cuando te la llevaste a tu casa. Medio a la fuerza eso si, yo me acuerdo perfectamente las peloteras con los hermanos, otros roñosos, que no la querían dejar ir, por que la tenían de sirvienta y encima la cagaban a palos. Es real que no tiene nada en el balero, le diste todo, morfaba todos los días, la cuidaste de los turros del barrio que cuando se les antojaba se la culeaban, con vos aprendió lo que era una familia. Si, eso si, siempre fue medio putita, pero vos la sacaste de eso, la transformaste en otra persona se puede decir, la hiciste alguien reconocida, era “tu mujer”, pero no te puede salir con una cosa de esta, cagarte la vida de esta manera, y menos en estas dramáticas horas que estamos pasando.
De nuevo se me cierra el pecho, todas desgracias hermano, ayer el fobal, hoy esto. Me agarra tal fastidio como cuando veía el festejo del gol de ellos, el estadio mudo, claro si vinieron dos hinchas nomás de los culones, y todos los hijos de puta abrazándose detrás del arco, una pirámide humana, pero se cuidaron de no agarrarse las bolas, ni de colgarse del alambre o de hacer gestos desafiantes, por que sabían que se les podía armar un quilombo y no quedar ninguno sano.

No se como la podes justificar, ya se que la queres, que son muchos años de soportar las penas juntos, el hambre, de correr tras el mango. Que vos últimamente vivís más en pedo que fresco, cierto, pero tenes laburo, en tu casa se morfa, al pibe siempre lo tienen echo una pinturita, eso sí. Pero no se querido, vos seguramente algo de esto te veías venir y no decías nada, algo de esto se te debía cruzar por la cabeza, largá, no seas así de contenido, contale a tu amigo. Mientras voy a ir preparando unos mates.
Como te puede venir a cagar con semejante cara de forro, así que con el anteojito de aquí al lado?, debe ser el aire intelectual de ese infeliz lo que la volvió loca, y otra que vos no estás nunca, ponete una mano en el corazón, vos apareces solo a apoliyar, y eso a la mina la debe tener repodrida, y ahí es donde empiezan con las ideas raras.
Hoy si que se nos juntaron todas, no la lastimaste hermano, no?. Ya se, yo te conozco, sos incapaz de calzarla, pero aveces hay momentos que no pareces vos, que tenes otro tipo dentro del cuerpo.
Ahora mejor enfriate, dejala, por ahí se te va la mano y te jodes para toda la vida. Vas a ver que esto va a durar poco y en unos días vuelve todo a la normalidad, el domingo que viene si las cosas salen bien nos empezamos a tomar revancha, no se perdió la vida, es solo un partido de fobal, no hagamos de cada situación un tango. Ya se nos va a dar alguna buena.
Calmate un poco, venite conmigo vamos hasta acá a la vuelta a la canchita, hace una tarde hermosa, no hay casi nada de viento. Seguro que los pibes están pateando, nos prendemos en el picado y vas a ver como se nos mejora la cabeza.
Y ojalá me lo encuentre jugando al “pecho frío”, donde me cruce, lo voy hacer arar con la pera.


Para Daniel “Fierita” Aguilar (1997)

Fotos Pretemporada 2006 (en La Boca y en la cancha)

Pretemporada Campeonato Liga Rionegrina de Fútbol 2006
(En La Boca y en el predio de la costanera de Patagones)

Club Social y Deportivo Patagones

(SOLO FOTOS)













viernes, marzo 24, 2006

Una tarde en la canchita de la iglesia (Cuentos de potrero)


Habia un momento en la siesta, imposible de precisar cuanto tiempo duraba, en que nada se movía en esa extensión conocida del barrio.
Incluso el viento contenía la respiración, después de una inspiración profunda, para luego imponer un soplido implacable, repentino, casi mágico, y mover nuevamente la imagen fotográfica del pueblo. Dandole vida.
Nuestras figuras se recortaban solitarias, despreocupadas, sobre los andenes del ferrocarril de todos los días.
Vacios por la siesta.
Con “Fastidio” Ruano caminábamos hacia la iglesia, cruzando entre los vagones por debajo de los enganches, con la pistola en la mano, amartillada, como 007 persiguiendo espias rusos en una estación de carga londinense, durante la Guerra Fría. Era notable que lo hacíamos sin esfuerzo.
Fastidio era chiquito, gurrumin, casi una miseria, la ropa parecía siempre quedarle grande para sus pobres huesos cubiertos apenas por la piel.
No jugaba al fobal, el iba a la canchita solo a intranquilizar la vida o a romper las bolas como decía Carucha. No podía mantenerse quieto, ni dejar de tirar piedras, de colgarse en mis hombros, ni parar de hablar, constantemente.
En los partidos lo usábamos como “efecto distracción”, esto lo aprendimos de una película de guerra, en la matinee de los domingos, donde John Wayne con sus Boinas Verdes les hacia una maniobra similar a los japoneses atrincherados, tratando de tomar una colina en la jungla de una isla del Pacifico Sur, y después los mataba a todos, como hacen siempre los norteamericanos de las películas, y al final le meten un “The end” con una marchita militar tristona, y las letras, todas en ingles, siguen pasando, mientras las olas de un mar muy celeste van rompiendo contra una playa, minada de palmeras y cadáveres.
Lo nuestro era similar pero menos jodido, estrategias de barrio o tácticas de potrero mejor dicho.
Fastidio hacia calentar a alguien con sus boludeces y era un tipo menos para el rival, casi como si jugara para nosotros.

Yo creo que era medio raquítico. Mi vieja cada vez que lo veía, decía:

-Este chico no debe comer bien!.

Lo que si había que reconocerle - cualidades innatas y entrenamiento constante - era el mejor tirador de piedras del barrio y del pueblo, casi seguro.
Con sus bracitos lastimosos no podía levantar toscas muy grandes, ni pesadas. Siempre elegía chiquitas y playas, y no se porque, en un acto casi reflejo para precisión o cábala las escupía de un lado y ese lado lo ponía hacia arriba antes de arrojarlas.

Se que hice mal en ponerle “Fastidio”, pero era una molestia, como una mosca que te zumba frente a la cara.

- Mirá, gracias a vos...! -Me decía la madre.

-El sobrenombre que tiene Alfredito...! - Creo que le calzaba perfecto.

La tarde pintaba como todas, indiferente, solo pasaba. Nosotros sentados al reparo del paredón que cruza justo detrás del arco que da a la calle, dejábamos que se fuera lentamente. Las caras al sol. El viento no existía.
La iglesia a un costado parecía estar ausente. Esperábamos que alguien trajera una pelota. El cura dormía la siesta, imperturbable, como Dios manda.
Carucha de un salto se trepó por el parante que sostiene las redes y con poco esfuerzo se sentó en el travesaño del arco, quedo haciendo equilibrio con las piernas colgadas.

- No viene nadie...!, - Gritó, mirando hacia la playa del ferrocarril. La canchita era solo un resplandor caliente.
Fastidio se agarró con las dos manos del palo y trató con toda su poca fuerza de moverlo para que Carucha perdiera el equilibrio.

- No rompas las pelotas Ruanito...!, no ves que ni lo moves...? - Chillaba aun mirando hacia los vagones, mientras se sostenía por las dudas, cerrando las piernas con fuerza contra el travesaño.

- Alguno se anima...? a un duelo a ver quien mea más lejos...! - Desafió al grupo, que prolijamente se apoyaba contra el paredón igual que mejicanos frente al Saloon, en los pueblos del Lejano Oeste, desde arriba del arquito.
Puntin como Jhonny Wistmuller suspendiéndose de las lianas sobre un acantilado profundisimo donde cae una catarata para llegar hasta donde un forajido esta atacando y por violar a Jane, de un salto se colgó del parante y antes que nos diéramos cuenta ya estaba sentado sobre el travesaño, pero del otro extremo.

- Dale..! - Le dijo. El grupo los miró sin entusiasmo.

Carucha ya tenía la bragueta abierta, y se agarraba el cuerito que le sobra al pito entre los dedos, cerraba un ojo como haciendo puntería. Con la otra mano se afirmaba bien al palo. Soltó los dedos y el chorro salió disparado hacia arriba, buscando distancia finito y desparramado, no llegó muy lejos.
Impaciente, volvió a apretarse con los dedos mucho más fuerte, y ahora si, con un esfuerzo importante de los musculos de la panza, largó un fino chijete que mojó la línea del área chica. Sonrió satisfecho, guardó el arma cerrando el cierre del vaquero, se sopló la punta del dedo y mientras descansaba lo miró fanfarrón a Puntin, que estaba tranquilo con los ojos fijos apuntando a donde había llegado la meada del rival.
En un movimiento fantástico nuestro mejor jugador se paró arriba del tirante de madera como Burt Lancaster sobre las cuerdas del velamen de su galeón pirata al momento del abordaje y sin trabajo para mantener el equilibrio, con las piernas ligeramente abiertas, con un chorro espléndido y definitivo pasó casi por tres cuartas la línea marcada en el suelo, que apenas se distinguía.
Carucha cambio el gesto de la cara, en un puchero de calentura.

- Me cagaste, hijo de puta... !
Mientras caía en cuclillas, vencido, después de saltar como el Hombre Araña en plena persecución de malhechores.

- Measte de parado..., así cualquiera gana...!

Después, mucho después, cuando la voz de Carucha dejó de oírse, por el portón de atrás donde el cura guarda la Estanciera, apareció una sombra rechoncha.
El gordo lentamente caminaba hacia nosotros. Los muslos le rozaban uno con otro en la entrepierna, sobre las paspaduras, y el pantaloncito corto le apretaba la piel hasta casi formar parte de ella.
Entre las manos, apoyado contra el pecho, traía un fobal nuevito, como un tesoro inalcanzable, ni un raspón se le veía.
Los cachetes rubicundos y un brillo de sudor le cubría la frente y el cuello. El gesto de agrande, de soberbia se le notaba solo en los ojos, con los dientes se mordía el labio superior y parecía reírse.
Al identificarlo el grupo salió disparado hacia el centro de la cancha en medio de un remolino de tierra, ahora éramos la caballería yanqui que llega a salvar a los pocos sobrevivientes que quedan refugiándose debajo de una carreta en llamas, rodeados por un ataque de apaches renegados.

- Dale lechón...! -Le gritó Puntin, levantando un brazo en plena carrera.

- Tirá el fulbo...!, así pateamos un rato mientras elegimos...

Al gordo le cambio el gesto en un soplido. Como recibiendo una piña en la nariz. Se mordió el labio inferior, ahora con rabia y los cachetes se le fueron transformando en dos manzana rojas casi violetas.
El odio hizo que los inexpresivos ojitos le brillaran en el fondo de la cara. Satánicamente. Giró sobre sus pasos y se fue comenzando un trotecito ridículo.

- Lechón... ? - Gritó, rotando la cabeza para vernos a todos parados justo en el circulo central.

- Lechón...!, la concha de tu hermana..! - Siguió enfurecido.

- Ahora vamos a ver con que mierda juegan...? manga de hijos de puta...! - Y con el mismo trotecito grotesco se perdió por el portón que había entrado. Besando la pelota.

- No podes ser más pelotudo...! - Le dijo alguien de pasada a Puntin, que no sabia para que lado mirar. El sol seguía empecinado en quemar la iglesia.


(1998)

Campeones Torneo Oficial 1997

El Campeón del Torneo Oficial de la Liga Rinegrina de Fútbol otra vez el Tricolor Maragato, esta foto es del Diario Nueva Provincia de Bahia Blanca y en la nota habla del penta-campeón.
Y bajo las órdenes de Alberto "El Flaco" Entraigas el equipo salía a la cancha así formado.

Hernan "Matamba" Seguel - Nestor "Piturro" Mazzone - Alfredo "Farid" Cellerino - Omar "Pocho" Bretz - Miguel "El Negro" Leffer - Cristian Taborda - Carlos "El Tordo" Mercapide (Parados)
Pablo Lauriente - "Tati" De La Fuente - Jaime Devincenzi - Celso "Chacho" Quintero - Guillermo Rossio (Hincados)

jueves, marzo 23, 2006

Equipo del Depo en el Regional de 1995 (en Mar del Plata)


El representativo del Deportivo Patagones en el "fatidico" partido en el Estadio San Martin de Mar del Plata, que finalizó en una batalla campal.
Jugabamos contra Alvarado y ganabamos 2 a 1 (Goles de Jaime y Ramón) cuando se suspendió el encuentro.

Ivan Graso - Guillermo Sauce - Fino Morón - Cheo Gomez Gomez - Colo Grudl (Parados)
Guille Rossio - Ramón Galiano - Lenteja Muñoz - Mauro Coletto - Jaime Devincenzi - Daniel Villafañe (Hincados)

Banco de Suplentes años 1994 y 1995



Adivine los personajes de estas fotografias...

domingo, marzo 19, 2006

Del Lenteja y la pelota (Un homenaje a Raul "Lenteja" Muñoz)


Del Lenteja y la pelota

Quizá surgió como un duende en el desconcierto que da la gambeta, una tarde cualquiera.
Y en el viento que cubre los barrios del pobrerío su sombra comenzó a aseñorarse, a gobernar potreros y canchitas, a volar con los remolinos (y a ganarles).
El efecto de su empeine en la redonda atenuó sonidos de torpeza, los cubrió de destellos (fascinante), no la dejó tocar el piso.
Las miradas lo buscaron.
Y ella obedeció (cautiva), enamorada, nadie más pudo besarla.
Se sentía el murmullo del suburbio, cuando esa sombra a la carrera tiraba un sombrero y luego la dormía en un enganche (en un suspiro). Cabeza levantada y ojo astuto, intencionado, cambio de frente o pase medio gol.
Y ella si allá voy, esclavizada.
Los rivales nunca estan en su camino, aéreo y zigzagueante, el viaja por los lugares por donde no va nadie.
Y delante de su paso ella corre, obediente, subyugada, eternamente acariciada.
En incendio de polvo y rival desairado, nos despertó para siempre de la siesta infinita, solo con la gambeta, solo con el toque, solo con el impacto de los tres dedos.
Y ella siempre si, adonde vos quieras, Lenteja.

(1997)

sábado, marzo 18, 2006

A brillar mi amor (Le ganamos a Sol 3 a 2 en Viedma)





Vamos a brillar mi amor


Aveces el sabor de un triunfo deportivo tiene algo especial, y sobre todo en el fútbol, un gustito distinto, y esto se potencia cuando ocurre en un “clásico” (y en la cancha de ellos).
En las charlas previas entre hinchas se dice: “Tenemos que ganarle de cualquier manera, y mejor si es en el último minuto y el gol se lo hacemos con la mano”. Y esto es lo que ocurrió ayer en Viedma, precisamente en la cancha de Sol de Mayo en una tarde hermosa de un domingo de febrero.
El ambiente antes de comenzar en encuentro estaba tranquilo, acá nos conocemos todos, en la Comarca nos odiamos todos un poco, pero no como para cometer locuras. Nos cruzamos y nos decimos “que tal como andás, todo bien?”, pero no hay amor, de eso seguro.

Algo comenzó a marcar la diferencia de una tarde de domingo distinta cuando se veía en la tribuna de enfrente (la visitante) la cantidad de gente que se iba aglomerando.
A pesar de la ya artera jugada de los dirigentes locales de cobrar ocho mangos la entrada, y no los seis que fue lo convenido previamente entre clubes, pero bueno que más da, hay que tenerlo como antecedente.
Y llegaron las banderas tricolores, muchas banderas del tricolor que comenzaron a flamear entre la hinchada que llenó los tablones de las antiguas tribunas (las del Argentino de Basquet del’76 que estaban atrás del Polideportivo Angel Cayetano Arias, que no se llamaba así por que Palito era intendente en esa época). Y el sector se plagó de camisetas también con los colores verde, blanco y rojo.
Y comenzaron los cánticos.
A las seis de la tarde en punto el arbitro Horacio Verdugo dio la orden de inicio del encuentro, y nunca una mejor identificación para el sujeto que tenía que impartir justicia, que su propio y real apellido.
De características físicas similares al dueño del prostíbulo de la película de cowboys “Imperdonables” que trabaja Clint Eastwood y el negro Morgan Freedman, es decir longilineo, de facie afilada, cabello muy corto y mirada furiosa.
Y la bola rodó.
A los dos minutos, centro de Capparuccia y Federico Faroux quedó mano a mano con Villondo y el arquero de Sol la atrapó en el primer palo.
La cosa había empezado bien, pero rápidamente aparecieron los pitazos taimados de Verdugo, siempre hacia el mismo lado y la indiferencia a faltas evidentes del local que dejaba seguir.
Pero bueno, nosotros estamos acostumbrados a este tipo de condiciones en los jueces de la Liga Rionegrina de Fútbol. Ya nos había ocurrido en el partido anterior (en nuestra cancha) con el que nos tocó en suerte.
Comenzamos jugando mejor que ellos, lo que desembocó que a los 14 minutos en una de las pocas subidas por la izquierda, -se venía exagerando jugar por la derecha-, Pepo Morel encara con pelota dominada, amaga a irse por afuera, se va en diagonal y antes de pisar el área saca un remate preciso, potente y mortífero, y Villoldo solo atina a tirarse para atrás, la pelota entró luego de bajar en su trayectoria pegada al travesaño.
Golazo.
A los 20 minutos lo expulsan al Fino Morón por un codazo a Capparuccia en la barrera luego de un tiro libre del local que se fue por encima del arco.
Y ahí el Deportivo se aplastó en la cancha, falto de ideas y de juego, exceso de pelotazos, urgencia por sacarse la pelota de encima, hizo que el rival con un hombre menos se agrande y con las encaradas de Benegas y las cobradas de “mancha” ante cualquier situación de roce que hacia Verdugo.
A los 34’ en un tiro libre desde la izquierda, luego de dos rebotes que dejaron fuera de acción a Denughes, el nueve de Sol (Coronel) la empuja al gol en un área poblada de camisetas tricolores.
Y así termino el primer tiempo, sin mucho más, con el local más motivado y con un arbitro al que lo supero el encuentro, por sus condiciones lamentables para interpretar el reglamento. Y sin dudas en su parcialidad en los cobros. El dueño del prostíbulo hasta ahí venia cumpliendo con las expectativas y con sus antecedentes.
Impresentable.
Y lo que José Luis Arborello les dijo a los jugadores en el vestuario tubo rápido efecto en la cancha, apenas se movió la bocha.
A los 2 minutos nuevamente -el Pepo Morel- para la calentura de la hinchada de Sol, que lo hacia blanco de sus puteadas se fue por la izquierda, y esta vez de zurda le clavó un balazo que entró en el ángulo, pegando primero en la parte interna del travesaño y picando en el fondo de la valla del equipo viedmense.
Suar Marinero desde su improvisado lugar de trabajo, sobre el techo del vestuario, lo gritaba con ganas para Radio Nacional.
Menos mal que no llovía.

Y el equipo buscó jugar, buscó “La porota” Leobuono, buscó el Patito Saez, buscó Fede Faroux, también Ivan Graso hasta que se cansó y fue reemplazado por Daniel Cellerino, y ahí apareció en todo su esplendor el arbitro Verdugo. Ahora inclinando la cancha hacia el arco que da hacia el centro de Viedma y que defendía Leo Denughes. Usó el silbato de manera delictiva, dejando pasar infracciones que normalmente se expulsan jugadores para el lado del local.
A los 24’ cuando más tranquilos tendrían que jugar, con un hombre más y ganando, el Depo sufre y el Gringo Sandroni (agotado) se apura en un tiro libre, y la pelota rebota en un rival, y agarra a la defensa mal parada y el recién ingresado Castrillo queda mano a mano con el arquerito del Depo y marca el empate (el 2 a 2). Y sí, ahora sí, a “sufrir mi amor” con música de Los Redondos y el silbato infame (punible) de Verdugo.
Por doble amarilla (ahora si severo el juez) expulsa al Pato Saez a los 32’, y el Depo aguanta y de contraataque puede aumentar pero a Fede Faroux aún no se le abre el arco.

Y a los 45’ expulsa a Baier (de Sol) por una fuerte infracción, y el Tricolor Maragato sigue en ataque, y después de un tiro libre despeja (le roza) la cabeza a un defensor de Sol de Mayo, y es corner, corner desde la derecha para el Depo, y el Bocha Capparuccia corre para ejecutarlo.
Entonces hace su aparición el juez de línea (el laiman cordobes) Gomez, y quiere ponerle la frutilla al postre, llama a Verdugo y lo hace expulsar al “ocho” de Patagones.
La causa solo él la debe saber, que más da, siempre nos mata –como arbitro y como línea-.
Bueno, y acá comienza realmente el SABOR DEL TRIUNFO, el dueño del prostíbulo que nos acribilló despiadadamente con su silbato ignorante durante 94 minutos de juego, luego de un pase del “eterno” Ramón Galiano que había ingresado por Leobono a Fede Faroux.
Fede encara el arco y el pibe Pizzio con poca experiencia lo cruza dentro del terreno de los lamentos, y si, aunque nadie lo podía creer desde la multicolor tribuna visitante, que seguía alentando sin parar, ni desde la parcialidad del local que era un coro de puteadas. Verdugo, que nos mató durante todo el partido, nos cobró un penal a favor.
Ah, y expulsó al pibe Pizzio por la infracción.
De locos.

Y Daniel Cellerino agarro la redonda y dijo “es mía”, y la acomodó con toda la fe del mundo en la marca de los doce pasos, y esperó la orden y le pegó fuerte un poco a la derecha de Villoldo, y el arquero la tocó, le pasó por abajo del cuerpo pero la “caprichosa” entró al arco, y a otra cosa mariposa, tres a dos y a festejar, a “brillar mi amor” dirían ahora Los Redondos.
Y la hinchada, los jugadores y el banco del antiguo Ciclón lo gritan hasta la locura.
Y la parcialidad viedmense agrede a patadas contra el alambrado, que es el respaldo del banco de suplentes del Deportivo Patagones, y escupe, y arroja orina a los jugadores que ahí se resguardan, y un piedrazo da en la cabeza canosa de Arborello (un dirigente de Sol y padre de un jugador lo escupe en el rostro a través de la malla de alambre –un buen gargajo gordo-), y cascotazos y botellazos pasan cerca del Colorado Grudl y todos los componentes del banco se van hacia el centro de la cancha resguardándose de las piedras.
Y la policía va lentamente por dentro de la cancha hasta el lugar. Y no hace nada. Y los dirigentes (algunos) de Sol también están sacados.

Y Verdugo de vergonzosa actuación, hace sonar el silbato por última vez dando por finalizado el partido, cumpliendo con una labor que nunca le tendría que haber sido encomendada.
Por que se sabían sus antecedentes, y por la jerarquía de este encuentro, pero como siempre la Liga Rionegrina de Fútbol fue indiferente (cómplice?) e hizo oído sordo a los pedidos de los dirigentes que le reclamaron que ese sujeto no podía arbitrar.
Y a el sabor del triunfo lo empezamos a paladear, se siente en la boca y se escucha en los cánticos, mientras los jugadores y el cuerpo técnico del Depo deben esperar dentro de la cancha, festejando frente a su parcialidad, y junto con el dueño del prostíbulo y sus secuaces (estos rodeados por los Bora con las máscaras antigases puestas) que se calme la hinchada de Sol.
Y luego salir por un portón lateral y sufrir la agresión de los familiares de los jugadores locales.
Después todo de locos.
Y si, fue como ganarle en el último minuto con un gol con la mano. No hay dudas.

(Patagones, 13 de febrero 2006)


viernes, marzo 17, 2006

Gabriel "Gaby" Gonzalez (Goleador del Oficial 2005)

Hay jugadores que pasan por el Club, aveces despues de muchos años de tenerlos siempre de adversarios, y dejan su "marca".
Uno de ellos es el Gaby Gonzalez, el petiso luego de un prolongado periodo de rehabilitación (fue operado de ligamentos cruzados de su rodilla derecha) se puso la tricolor, y con su olfato, su oportunismo y su talento de goleador nos hizo aparecer nuevamente en el lugar más importante de la tabla.
Con sus veinticinco (25) goles convertidos fue el goleador indiscutido del torneo, y nosotros nuevamente CAMPONES DE LA LIGA RIONEGRINA DE FUTBOL 2005.
Este es un homenaje a un jugador que siempre se mereció nuestro respeto y admiración (y por supuesto, cuando se fue lo extrañamos).

sábado, marzo 11, 2006

Campeón Torneo Integración 2000


Deportivo Patagones
Campeón Torneo Integración 2000

Bretz, O.; Cellerino, A.;Contreras, N.; Grudl, J.; Leffer, N. (Parados)

Rossio, G.; Galiano, R.; Saez, J. ; De la Fuente, T.; Villafañe, D.; Devincenzi, J. (Hincados)

DT: Alberto Entraigas

Instántaneas de un viaje a SAO


Instántaneas de un viaje a SAO
(Vs. Ferro)

















Viaje a San Antonio Oeste (Vs. Club Ferrocarril)

DEPORTIVO PATAGONES (Finales del Torneo Oficial Liga Rionegrina de Futbol) Vs. Club Ferrocarril (SAO)
Panetta, P; Sandroni, F.; Cellerino, A.; Quilen, M.; Llambay, N. (Parados)
Iogna, D.;Morel,L.; Gonzalez, G.; Fúrfuro,S.; Saez, J. (Hincados)

Ganamos 3 a 0 con dos goles de Gaby Gonzalez y uno de Pitu Quilen.















Charla técnica de José Arborello.
















Vestuarios de la cancha de Náutico de SAO, donde hace de local Ferro.
(Modernas instalaciones exageradamente ventiladas)










Detalle del área del campo de juego del Club Náutico de San Antonio Oeste (Finales de la Liga Rionegrina de Fútbol)












Reconocimiento de la estabilidad en el área por parte de Cocalo Aguirre.















Vista de la zona de vestuarios desde el
interior del campo de juego.














Fotografía con detalle macroscopico de la superficie del terreno de juego en SAO.