lunes, agosto 29, 2011

Todo del Depo frente a Burato (3 a 0)


Deportivo Patagones tuvo una tarde de domingo para el recuerdo. Porque goleó, porque se reencontró con su mejor fútbol asociado y porque fue absoluto protagonista de un partido en el que, su victoria, nunca estuvo en riesgo. La apuesta de Iván Grasso por un "tridente creativo" le dio resultado, aunque aun están en deuda los delanteros que carecen de fortuna y puntería para el arco. Por su parte, Fútbol y Tenis Club, sigue siendo un equipo en formación. Por ello, pocas veces encuentra una línea de juego que pueda inquietar a los rivales.


Fueron 90 minutos a "todo Depo". El equipo maragato se transformó en protagonista desde el inicio con un Mario Quilén inspirado, participando en todas las acciones de ataque de su equipo, y combinando con los otros dos grandes responsables de la creación futbolística: Luis Morel y Cristian Sosa. Este tridente, sustentado por una firme defensa que no tuvo fallos, permitió que el local llegara rápidamente a la apertura del marcador, para lograr la tranquilidad necesaria.
A los 10', el "zurdito" Sosa, ingresó por el centro del ataque, en velocidad y a pura habilidad, superando marcadores. Cuando pisó el área, sacó un remate cruzado que dejó sin chances a Rapiman. 1 a 0, absolutamente justo.
El local, daba la sensación de ser un león agazapado a la espera de dar el zarpazo. Se hizo dueño de la pelota y de la cancha y comenzó a generar jugadas de bella elaboración pero sin adecuada concreción. En este aspecto, los delanteros (Michelena y Escher) colaboraban en el armado y el despliegue, pero no contaban con suerte a la hora de definir.
La gente de "Burato" tuvo algunos tibios intentos, con la tenacidad de Marcos Ramirez y el quite y distribución de Rodriguez Blanco, pero siempre chocaron contra la barrera defensiva del tricolor, en donde se destacó Oscar Stubbe, rápido y atento para los cruces.
La marcada supremacía del equipo de Iván Grasso hizo que el partido se jugara, principalmente, en un solo sector de la cancha con decenas de ataques, la mayoría conjurados por el excelente arquero Cristian Rapiman.
Aquel viejo refrán que señala "tanto va el cántaro a la fuente que...al final se rompe" se hizo realidad cuando terminaba el primer tiempo. A los 46' hubo una jugada por izquierda con Quilén escapándole al marcador, centro pasado para la llegada de Morel quien solo frente al arquero, literalmente lo "fusiló". Hubo dudas por la posición pasiva de uno de los atacantes del Depo, pero el árbitro Julio Arden (de impecable actuación, sin errores) marcó el centro de la cancha. 2 a 0, y seguía siendo justo.
El complemento fue mucho mas monólogo de Deportivo Patagones. El partido, sin equivalencias, fue un calco de lo ya visto. Grasso mandó a la cancha a Marcos Quilén, para que el virtuoso volante combinara en ataque con su hermano, Morel y Rolando.
A los 9 ', llegó la mejor jugada colectiva del partido. La pelota pasó por los pies de seis jugadores de Patagones, hasta llegar al "Pitu" Quilén quién, de media vuelta sacó un latigazo inatajable. 3 a 0 y partido liquidado.
A partir de allí, creció un poco la visita, más por vergüenza propia que por respuesta anímica o futbolística. De manera paralela, el Depo comenzó a dosificar esfuerzos , sabiendo que la victoria no corría riesgos.
Grasso aprovechó para darle minutos en cancha a Riera y Gastón Sosa, quienes se sumaron, de manera afinada, al ritmo que venía tocando la orquesta tricolor.
Los maragatos tuvieron un domingo tranquilo. Por el resultado, pero principalmente, porque se reencontraron con un juego coordinado que les permite mirar con tranquilidad lo que viene por delante. En Mayor Buratovich deberán replantear planes y expectativas ya que, el equipo siempre deja la sensación de que está para mas, pero pocas veces logra resultados positivos.}