domingo, noviembre 22, 2009

Robert Enke, antropología del arquero



Para Lucas,
porque siempre busca el arco.

La noticia (la mala noticia) es reciente: el arquero de la selección alemana de fútbol –Robert Enke– eligió abandonar este mundo, suicidándose. Para decirlo en términos de Jean Améry, en su ensayo sobre La muerte voluntaria, levantar la mano sobre sí mismo. Estas líneas no buscarán comprender la decisión de Enke, ya que nadie puede explicar las causas por las que una persona se suicida, no intentarán ahondar en la condition suicidaire, sino en la condición del arquero, del puesto más amargo, más solitario, más extremo del más maravilloso deporte que el hombre ha inventado sobre este mundo, el fútbol. No debiera asombrarnos que un arquero se suicide. A veces nos asombra que no lo haga. Muchas veces se le grita desde la tribuna “Suicidate”. Y otras veces se lo glorifica. Se mueve entre los extremos. Aunque también conoce la indiferencia. Que se juegue un partido sin que nadie se fije en él. El arquero suele lucirse cuando a su equipo le va mal. Ahí puede sacar veinte pelotas y atajar tres penales. Y aunque la tenga que ir a buscar adentro tres veces nadie se lo reprochará: salvó al equipo de la goleada. Es muy frecuente que “el mejor jugador de la cancha” sea el arquero del equipo derrotado.

Siempre sale deslucido en “el resumen de los goles de la jornada”. Se repiten los goles, no las grandes atajadas. Salvo que se ataje un penal. Pero el arquero ataja un penal de tanto en tanto. Lo frecuente es que lo veamos en “la repetición de los goles”. Que lo veamos en el momento de su derrota. Que lo veamos cuando se la meten. Expresión que suena soez, pero es parte del lenguaje futbolero. Cierta vez, al arquero Islas le preguntaron qué era lo que más le dolía de su puesto. Contestó: “Cuando te la meten”. Simetrías aparte, es cierto: el momento más amargo del arquero es cuando la tiene que ir a buscar al fondo de la red. Porque detrás del arquero no hay nadie. Sólo está la red. El lugar de la derrota. Un error suyo no tiene arreglo. Es gol. Aquí está uno de sus grandes focos de angustia: el arquero no se puede equivocar. Nunca, ni una sola vez. Se equivoca y –casi siempre– es gol. Muchas veces se defiende (muchas veces o casi siempre) mandando “en cana” a alguien. Raramente se verá a un arquero al que le hagan un gol y no le grite furioso a alguno de sus defensores. Es para que lo veamos: fue por ese defensor torpe que el gol fue posible. No por él. Pero pocos le creen. Los goles de los contrarios se le hacen al equipo y al arquero. Si un equipo pierde seis a cero se dice que perdió seis a cero. Pero también se dice que su arquero la fue a buscar adentro seis veces.

Sin embargo, es un puesto excepcional. El arquero es el único jugador que viste distinto a todos los demás. Es el que suele recibir la recepción cálida de los suyos cuando va hacia su puesto. Aunque los suyos están del otro lado. Los que el arquero tiene atrás son los hinchas del equipo contrario. Que se ponen ahí para ver los goles de su equipo. Nadie se pone detrás de los tres palos del arquero para verlo atajar. Lo que importa son los goles. Pero el hincha –cuando le agarra cariño– puede llegar a idolatrarlo. Se sabe: toda la hinchada de River –durante años– llenó de estrépito la cancha con el grito de: “A-ma-deo. A-ma-deo”. Era por Amadeo Carrizo. En 1969, la cancha de Racing solía reventar gritando: “A-gus-tín. A-gus-tín”. Por Agustín Mario Cejas. Y el “Dale, Loco” para Gatti. Y los cantitos para el “Pato” Fillol. O para el “Gato” Andrada. El paraguayo Chilavert llegó a ser ídolo. Pero nunca me gustó. Había en él algo que se creía su mayor virtud y era un grave defecto. Chilavert sabía pegarle muy bien a la pelota. No son muchos los arqueros que tienen esa virtud. Chilavert tiraba los tiros libres de su equipo. Y muchas veces convertía. Incluso a un arquero de River (Burgos, que atajaba, cuando atajaba, mascando chicle) le tiró una pelota débil, que picó antes y Burgos estaba tan nervioso que –al dejarla picar– se le fue por arriba. El arquero no tiene que dejar picar una pelota. Debe evitarlo. Resultado: Chilavert quedó como un héroe y Burgos humillado. Hay –sobre esta cuestión– una anécdota de Adolfo Pedernera. Un arquero –en un partido importante– le pide patear un penal. “No –le dice, muy seguro, Pedernera–. Porque si usted lo yerra me van a crucificar a mí por dejárselo patear. Y si convierte, usted habrá humillado a un compañero.” En el fútbol hay grandeza. Hay ética. Es famosa la frase de Albert Camus: “Todo lo que aprendí sobre moral lo aprendí jugando al fútbol”. Cierta vez, Roberto Perfumo se adelanta sobre el área rival y patea. El arquerito vuela pero da rebote. Perfumo arremete y la manda a la red. El arquerito se queda en cuclillas, con la cabeza baja. Todos los del equipo van a abrazar a Perfumo, a festejar, desbordados. Perfumo les dice que lo dejen tranquilo, que festejen ellos. Se acerca al arquerito. Se pone en cuclillas a su lado y le empieza a hablar. Y hasta le pasa la mano por la cabeza. Le ofrece el consuelo de un compañero. Del que le hizo el gol. Del que le habrá dicho: “No te calentés. Estos goles se los hacen a todos. La semana que viene sacás veinte pelotas y sos el ídolo de la cancha”. Hay que ser Perfumo para hacer algo así.

El arquero debe ser un jugador de toda el área. Debe tener condiciones para ser un buen back central. Pelota en el área chica es pelota del arquero. No hay excusa. A nadie le pueden cabecear de un metro. Ni aunque esté tapado. No puede estar tapado. Si ve que la pelota viene sobre el área chica grita: “¡Mía!” y la sale a buscar. El arquero no debe jugar en la raya. Debe estar siempre en el achique. Si a mí me preguntaran qué es un arquero, diría: “Alguien que tiene que achicar el arco”. La misión del arquero no es volar de palo a palo. Al contrario, es estar donde va la pelota. A esto se le llama “ubicación”. El “achique” tiene sus riesgos. Una vez –antes que jugaran juntos en Santos durante cinco años– Pelé le hizo un gol a Cejas por elevación. Cejas esperaba que Pelé –dado que era Pelé– eludiera al compañero que lo marcaba y se le viniera al mano a mano. Se había adelantado esperando esa resolución de la jugada. No bien Pelé resolviera él estaría sobre la pelota. Porque el arquero tiene que anticipar al delantero, no como los mediocres de hoy que esperan que el delantero resuelva primero. Cuando el delantero resolvió la pelota está adentro. Cejas era un genial tapador de pelotas. Jugada que hacía como hay que hacerla: el cuerpo detrás de las manos. Siempre, siempre así. Hoy los arqueros tapan con los pies. Arrugan. Vacilan. Se mueven de un lado para otro. No. Sin vacilar, como un ventarrón, el arquero tiene que anticipar al delantero que llega al área con pelota dominada. El tiene que ir a buscarlo. Se le “tira a los pies” –con el cuerpo, no con las piernas– sin miedo, sin pensar que el otro le puede reventar la jeta de una patada, nada de eso. Vuela hacia la pelota. Las manos adelante, para tapar el balazo, y el cuerpo detras de las manos como definitiva muralla. ¿Qué pasa hoy? ¿Ya se olvidaron de esto? Los arqueros ya no saben tapar. ¿No quedan films de Fillol, de Cejas para que aprendan? Estábamos con Pelé. El brasileño piensa eludir al defensor y encarar a Cejas. Pero piensa: “Apenas lo eludo a éste, lo tengo a Agustín encima, para eso se adelantó”. Resuelve de modo sensacional. No elude al defensor. Tira al arco. De “emboquillada”. Cejas, que no esperaba esto, se descubre adelantado. Vuela hacia atrás con todo pero no llega. Un gol sensacional. Sólo Pele podía hacerlo. Pelé –quién no lo sabe– era un genio. Y en el Mundial del ’70 (para el que Argentina no se clasificó) permitió la que es considerada por los especialistas “la más grande atajada de la historia”. Jugaban Brasil e Inglaterra. El arquero inglés era el mítico Banks. Que jugaba en la raya. Era lo que se llama un arquero-atajador. Los reflejos de Banks eran tan sensacionales que se quedaba en la raya y las sacaba todas. Viene un centro sobre el área. Pelé salta, se arquea hacia atrás (todavía recuerdo su movimiento felino, su gracia de gran bailarín) y le pega a la pelota hacia abajo, a la esquina derecha de Banks. El verdadero cabeceador lo hace siempre hacia abajo y a la esquina. Incluso debe calcular que la pelota pique antes de que el arquero pueda agarrarla. El cabezazo de Zidane, por ejemplo, en el Mundial que ganó Italia, fue fácil para el notable arquero italiano. Fue alto y al centro. El tano saltó como un resorte implacable y la manoteó al corner. Esa pelota, Zidane debió meterla en algún ángulo. No siempre se puede. Pelé, contra Banks, pudo. Era inatajable. Abajo, a la esquina, violenta. Una pelota imposible. Para colmo, Banks en el medio del arco, en la raya. Se produjo lo increíble. El inglés voló hacia su derecha y la sacó al corner. No creo, sin embargo, que haya sido la mejor atajada de la historia. Porque fue el perfecto resultado de las limitaciones estilísticas del arquero inglés. Un arquero que no jugara atornillado a la raya no hubiera necesitado volar tanto. Hay dos clases de arqueros: 1) Los que vuelan; 2) Los que achican el arco. Con dar dos pasos adelante Banks le habría achicado el arco a Pele y habría tenido que volar menos. Sucede que cada arquero se conoce y sabe con lo que cuenta. Si se tienen los reflejos de Banks se puede jugar como Banks. Pero –aun teniéndolos– lo aconsejable es siempre achicar el arco. Después del gol que le hizo a Cejas, Pelé comentó: “Decidí tirarla por arriba porque él es un gran arquero y siempre está en el achique”.

El arquero-atajador lo apuesta todo a sus reflejos. Y puede ser un grande. Roma, el arquero de Boca a quienes los hinchas de River llamaban “la vaca voladora”, no tenía ubicación. Pero podía llegar a pelotas imposibles. Los hinchas de River lo comparaban con Amadeo y por eso lo injuriaban, pero el Tano Roma dominaba su oficio y hasta dominaba a su equipo. Otro gran atajador fue el Gato Andrada. Fontanarrosa solía escribirme (hace muchos años): “Para mí, es un grande. Pero siempre es el mismo. No cambia ni va a cambiar. ¡Siempre comete los mismos errores y los mismos aciertos! El gol número mil de Pelé se lo hizo a Andrada. Fue un poco sucia la cosa. Porque Pelé demoraba en hacer ese gol y el árbitro pareció inventarle un penal para resolverle la cuestión. Andrada discutió con bronca, con certeza de la injusticia. Pelé tenía que hacerlo en ese partido y –sobre todo– a un arquero argentino, que eran los más grandes en la década del ’60 hasta llegar a Fillol, que fue el último. (Fue la generación que se formó viéndolo jugar a Amadeo Carrizo. Gatti y Cejas confesaron que se iban detrás del arco de Carrizo a verlo atajar y así aprendieron lo mejor.) Andrada estaba indignado. Pelé acomoda la pelota en el punto del penal. Andrada se le acerca y le dice: “No te alegrés mucho porque te lo voy a sacar”. Casi se lo saca. ¡Qué bien voló el Gato hacia su palo izquierdo! Hasta creo que la tocó. Pelé fue a abrazarlo.

En el corner, el arquero tiene que cubrir el segundo palo. Un compañero en el primero. Pueden ocurrir, por lo menos, tres cosas. Que la pelota venga muy cerrada. Aquí, manotazo y al corner. Que la pelota caiga sobre el medio del área. Si el arquero decide salir tiene que gritar que es suya y agarrarla. La tiene que agarrar. No hay tu tía. Si la pierde es gol. Si hay demasiados jugadores peleando esa pelota tiene que rechazar con los puños. Pero bien. O sea, con los dos puños. No con uno. Y la tiene que mandar lejos, de modo que pueda tener tiempo para volver al arco y encontrar su ubicación. En el penal. Bueno, esto merece un párrafo aparte.

No se es un buen arquero por atajar penales. Goicochea atajaba bien los penales pero tenía muy poca idea de todo lo demás. Gatti decía que, en el penal, el arquero no tenía que preocuparse. Que si la agarraba, bien. Y si no, también. No tenía obligación de agarrarla. Y concluía: “Hay que elegir una punta y tirarse. Si uno tiene suerte, ataja”. Poletti pegaba saltitos para poner nervioso al pateador. Después... jamás se tiró para ninguna parte. La jugada del penal es acaso la más rica para el análisis. Dos partes asumen la representación de la totalidad. Un semiólogo, con razón, diría: “El penal es una orgía metonímica”. Sí, tanto el pateador como el arquero son la parte que representa al todo. Son elementos metonímicos. Un elemento metonímico es, como elemento de una estructura, ese que, en cierto momento, expresa al Todo. El arquero –en el penal– es todo el equipo. El pateador también. No estoy de acuerdo con la frase de Peter Hanke. Esa que habla de la angustia del arquero ante el tiro penal. Mayor es la angustia del pateador. Si el arquero ataja, todos dicen que el delantero “malogró” el penal. Otra terrible injusticia. Raramente se dice que un arquero atajó magistralmente un penal. Se dice que el delantero “no convirtió”. Son las tristezas del puesto.

El arquero tiene que desprenderse rápido de la pelota (Gatti lo hacía muy bien). Muchas veces puede propiciar el contraataque de su equipo. Patearla al medio no es fácil. Agustín Irusta, un arquero de San Lorenzo, era un genio para entregarla. Le pegaba con la cara derecha del botín, a media altura y siempre a los pies de un compañero. Pero tenía problemas emocionales. Buticce le dio más alegría a San Lorenzo. Arquero de la raya, atajador formidable, manos como tenazas. Pero hay una encrucijada terrible del puesto que no podemos obviar: el drama del primer palo o el centro atrás. Casi siempre, en un partido, un delantero desborda –digamos– por la derecha y enfila hacia el arquero. ¿Qué hace el arquero? Muchos optan por atrapar el “centro atrás” que enviará el delantero al llegar a la raya. Entonces se abren y dejan semidescubierto el primer palo. El delantero no llega a la raya, no tira el centro atrás, y la mete en el primer palo. Es una injuria para el arquero. A veces llega a la raya, tira el centro atrás y el arquero intercepta o no, pero no queda tan deslucido. En cambio, gol en el primer palo porque el arquero “se comió” el amague del centro atrás es oprobioso. También se da la contraria. El arquero no “se come” nada. No descubre su primer palo. El delantero patea. Y no, no señores. El guardavallas está ahí. Y retiene la pelota o la manda al corner. El delantero es el que sufre la frustración. El fútbol es así. O gana uno o gana otro. Los dos, raro.

Pero –con frecuencia– son las amarguras del puesto las que se imponen. Incluso está esa frase del lenguaje popular: “El día del arquero”.

–¿Cuándo me vas a pagar esa guita que me debés?

–El día del arquero.

“El día del arquero” significa “nunca”. Nunca es ni será el día del arquero. Oliver Kahn –el gran arquero de la selección alemana– atajó todas las pelotas de ese Mundial que ganó Inglaterra. Todas, absolutamente todas. Sólo una se le fue de las manos. Una pelota sencilla. Tal vez la más sencilla de todas las que le llegaron. Venía húmeda, viboreando, “con efecto”. Oliver la quiso embolsar y se le escabulló. Había un inglés y la metió adentro. Perdió Alemania. Terminó el partido y se lo pudo ver al gran arquero (que fue elegido, de todos modos, el mejor jugador de ese Mundial) recostado contra un poste, la cabeza hundida entre los brazos que sostenía sobre sus rodillas. Si no se suicidó esa noche, no se suicida más. Robert Enke acaso se suicidó por un terror que no confesó a nadie: que alguna vez le pasara lo que le pasó a Oliver Kahn. En el estadio de Hannover lo despidieron 40.000 hinchas. Con tanto amor como si hubiera atajado seis penales en un solo partido.

viernes, noviembre 20, 2009

El Depo define técnico y la participación en el Argentino "C"

Los dirigentes del Deportivo Patagones están en etapa de definiciones, por un lado se encuentran analizando quien podría ser el reemplazante de Jorge Gruld para la próxima temporada y además, deben decidir si finalmente participarán de la próxima edición del Torneo del Interior. El hecho que si esta confirmado es la realización de la fiesta por los 20 años del club, la cual se estará desarrollando el sábado en el gimnasio del "Depor".
El presidente de la entidad, Rubén Pérez, en dialogó con el programa radial "Vamos tricolor" que se emite los martes a las 20 horas por Radio Uno 89.7, comentó que "la subcomisión de fútbol, esta hablando con algunos de los posibles candidatos para hacerse cargo de la primera división. Estamos avanzados en las tratativas, pero todavía no podemos dar el nombre de el, la semana próxima posiblemente haya definiciones".
La institución maragata tiene hasta el 30 de noviembre para confirmar ante la Asociación del Fútbol Argentino, si participará del Torneo del Interior que tiene fecha de inicio el 17 de enero. "En los próximos días volveremos a reunirnos por esta cuestión, por el momento hay algunos altos dirigentes que ven muy difícil que se pueda llevar adelante la disputa de este certamen, debido a que exige una suma alta de dinero y es primordial hacer algunas reformas edilicias antes que utilizarla para jugar el Argentino C".
Respecto a las necesidades en cuanto a infraestructura, "Coco" señaló que existe la posibilidad de hacer las reformas en las salidas de los vestuarios de la cancha de fútbol, para construir dos salidas, una para cada equipo. Eso sumado al interés de poder cubrir la pileta de natación, para que se pueda utilizar todo el año, en uno de los grandes objetivos de esta dirigencia. Además, se están realizando las reformas en la cancha de hockey, junto a la colaboración de la subcomisión de padres.
Por su parte, el sábado se estará desarrollando la fiesta con motivo de los 20 años de la creación de la institución. Este festejo se realizará con cena- show y las tarjetas están en venta en la subsecretaria del club, de lunes a viernes de 17.30 a 20.30 horas, con un valor de 50 pesos.

La patria potestad y los jovenes jugadores de fútbol

Cuando en el 2000 fichamos al jugador de fútbol Luis María Alfageme, suscribimos un convenio con sus padres (en ese entonces contaba con 16 años) por el cual, entre otras estipulaciones, los nombrados renunciaban a la patria potestad en tanto y en cuanto su ejercicio implicara afectar los derechos federativos y económicos de los que pasaba a ser exclusivo titular el Club Cipolletti. Me apresuro a destacar que la referida renuncia lo era sólo con respecto a esa relación y sólo a ésa.

Por el referido convenio, el chico residiría en los albergues que en ese momento tenía el club para vivienda de futbolistas y debíamos nosotros resguardar la continuidad de los estudios que a nivel secundario venía cumpliendo el menor. El joven exhibió enormes condiciones, con algunas características que lo hacían diferente: 1,93 de estatura, delantero centro y muy buen manejo del balón. Ello hizo que lo viéramos jugar muy poco ya que a los pocos meses, al recibir la visita de la tercera división del club Boca Juniors, que disputó un encuentro con nuestro primer equipo que se preparaba para el Torneo Argentino A (Alfageme alcanzó a debutar en la primera fecha contra Aldosivi en Mar del Plata), los allegados al xeneize se interesaron en el jugador. Se inició inmediatamente las negociaciones, que terminaron con la firma de un convenio por el cual el Club Cipolletti pudo disponer libremente de los derechos que poseía respecto del jugador, asegurándose la participación en una venta futura.

Esto es moneda corriente cuando de convenios entre clubes se trata. Pero no siempre es así. Nos ha tocado enfrentarnos con padres que nos piden el pase libre del chico porque tiene posibilidades de irse a probar a River, Boca, Vélez, etc.

En realidad son los propios clubes de Buenos Aires los que formulan la exigencia tratando de "puentear" a las instituciones que les dieron formación, y es allí cuando se desata el conflicto ante la exigencia nuestra de que sea el club interesado quien lo pida. A los padres (seducidos por los cantos de sirena de empresarios y clubes porteños) les preguntan si el chico está fichado y ante la respuesta afirmativa les dicen que la única posibilidad de ingresar es que el club donde juega les otorgue el pase libre o la libertad de acción. No les explican la realidad. Adiós a aquella romántica y platónica relación entre padres y clubes que juntos observaron los pasos del joven por las divisiones formativas. La libertad de acción conseguida de manera coercitiva o forzosa representa, lisa y llanamente, un despojo hacia los clubes que hacen enormes esfuerzos para participar en todas las categorías de fútbol amateur ( de tercera a décima) en sus respectivas ligas.

En ese contexto, la pérdida es irreparable. El recientemente incorporado derecho de formación ha venido a mitigar un tanto, desde lo económico, situaciones como la descripta. La posibilidad de obtener el ingreso de dinero a través de convenios configura el leiv motiv de la cuestión toda vez que es sabido que el fútbol es una actividad deficitaria y que el presupuesto anual cierra si se obtienen recursos extraordinarios (sponsors, publicidad, etc.), por lo que el producido de una venta aliviará esas economías permitiendo el ansiado equilibrio, más aún cuando se participa en torneos que a esta altura son profesionales (el torneo Argentino A lo es). Es sabido que las divisiones menores que participan en las ligas del interior, en nuestro caso la Deportiva Confluencia, lo hacen gracias al enorme esfuerzo de los clubes. En este contexto, la "fuga" o el "robo" de talentos profundiza y agrava el problema y desalienta a quienes trabajan. Que se nos respete entonces el derecho a resguardar nuestro patrimonio y suscribir convenios que, en definitiva, nos generan expectativas económicas que se concretarán si se logra la transferencia "grande" del jugador. Digamos que no había antecedentes en nuestra institución respecto del tema, salvedad hecha al inicio de este comentario.

Hoy con la vorágine y la verdadera locura desatada con las potencialidades económicas de los jugadores de fútbol se ha llegado a la insensatez de forzar a los clubes a hacerles contratos a chicos con apenas 13 ó 14 años como forma de protegerse de eventuales desvinculaciones forzosas. Podría citar algunos ejemplos de jugadores de la zona que han llegado al fútbol grande y los clubes que los formaron, salvo honrosas excepciones, nada obtuvieron en compensación.

Sólo la firmeza de los dirigentes (convertidos en los malos de la película, sin entender que más que nadie queremos que los chicos vayan y triunfen) ha logrado, en más de un caso, obtener que los verdaderos interesados hagan acto de presencia y suscriban los convenios de estilo. Ingresando al fondo de la cuestión, la primera observación que se hará es si la renuncia al ejercicio de la patria potestad es válida y no resulta violatoria de alguna normativa. El tema no es menor y seguramente algunos tratadistas de Derecho alzarán sus voces sosteniendo que por estar vinculada al derecho de familia es una institución de las consideradas de orden público y por lo tanto irrenunciable e indisponible.

Mi postura es negativa en la medida en que la renuncia lo es solamente en relación con el aspecto que motiva la nota, esto es una renuncia parcial y con referencia a un tema y solo a uno: la imposibilidad de los padres de desvincular al chico del club (y negociar de "motu proprio" un nuevo fichaje). A todo evento, y sin perjuicio de lo que en definitiva tendrá un juez que resolver en el caso concreto, estamos convencidos de que al menos es mejor tener la cláusula de renuncia firmada a no tenerla. Si no la tenemos no habrá muchas chances de defender el derecho a no perder al jugador, debiendo resignarnos a percibir un porcentaje por los derechos de formación (ahora están reconocidos; antes, pito catalán), pero que son migajas si comparamos su entidad económica con la posibilidad de negociarlo libremente y quedar "enganchados" en futuras y sucesivas transferencias. Propiciamos en el Club Cipolletti que los padres de los jugadores menores cuando sean fichados suscriban la cláusula de renuncia anticipándonos a situaciones enojosas, en salvaguarda de los derechos de la institución. Si luego la cuestión se judicializa, al menos contaremos con aquella manifestación en nuestro descargo.

Una bocanada de aire fresco da el reciente fallo publicado por el "Río Negro" en su edición del 23/9/09 pág. 39 en referencia a una sentencia de un tribunal neuquino que revocó el pronunciamiento del juez de primera instancia que le había otorgado la libertad de acción a un chico de 17 años a solicitud de su madre (pretendía ficharlo en otro club).

Sirva este comentario para tantos clubes del interior del país, cuna de grandes futbolistas, que hacen diariamente enormes esfuerzos para mantener la actividad deportiva que más apasiona a los argentinos; instituciones que resultan muchas veces víctimas de verdaderos despojos y que a la hora del reparto ni siquiera están en el furgón de cola. Al menos protejámonos y dispongamos de las herramientas para defendernos.

HORACIO FREIBERG (*)
Especial para "Río Negro"

(*) Abogado. Ex presidente del Club Cipolletti.

Actual vice II.

Los derechos de formación de un jugador de fútbol

La de los derechos formativos y/o federativos de un jugador de fútbol menor de edad es una cuestión que, llevada a la controversia, da lugar a posiciones tan necias como antagónicas. Más aún, huelga decirlo, en aquellos casos en que un deportista alimenta expectativas ciertas de constituirse a futuro en un excelente negocio.

Es allí donde, con toda impudicia -y olvidando prontamente que se trata de un menor- entran a tallar los intereses de intermediarios, representantes, clubes y hasta -en ocasiones- los mismos padres. En dicha escena los actores forcejean para sí, asignándose sin miramientos una multiplicidad de derechos sin ninguna obligación.

Para hablar con mayor claridad expositiva del tema, conviene ab initio formular un distingo entre derechos de formación, federativos y profesionales.

Los derechos de formación son una compensación entre clubes por el pase de un jugador con condiciones deportivas sobresalientes. Es un uso, una costumbre expandida -aunque a veces soslayado- que no es ilícita ni arbitraria (artículos 21 y 953 del Código Civil).

Por su parte, los derechos federativos asignan un porcentaje del pase de un jugador a favor del club vendedor y, en ocasiones, también del club formador. En tal orden, Pablo Barbieri sostiene que los derechos económicos son "la valuación pecuniaria de los derechos federativos".

Ya en un peldaño más alto encontramos al futbolista profesional, que es aquel que sin soslayar los derechos federativos "tiene un contrato escrito con un club y percibe un monto superior a los gastos que realmente efectúa por su actividad".

En materia de protección a los menores de edad, la FIFA sólo permite las transferencias internacionales cuando el jugador alcanza los 18 años. No obstante esta regla tiene una excepción, que se da cuando los padres del jugador cambian de domicilio y se van a vivir a un nuevo país por razones no relacionadas con el fútbol (de salud, laborales, etcétera).

El tema aparece vidrioso cuando una futura promesa sin contrato a la vista es tentada por otra institución para seguir, dentro de sus filas, su carrera futbolística. Es allí donde el club "captador" -en una actitud ciertamente reprochable- intenta evitar todo tipo de reconocimiento a favor de la institución formadora.

Tal situación suele derivar en la negativa del club de origen a brindar la libertad de acción, abriéndose así las puertas a amparos judiciales que han sido resueltos por los magistrados de manera diversa.

En orden a los resultados de los mismos, la posición mayoritaria actual sostiene que "los esfuerzos e inversiones que realizan los clubes para la formación integral de un deportista son antes que nada la razón de ser de su existencia y de modo alguno pueden las instituciones, por esa sola circunstancia, transformarse en regidores del futuro de sus jugadores alzándose contra la voluntad de los mismos o de sus propios padres". (CNCiv. Sala E, 25/6/1987; ED. 127-374; SCBA, Ac. 39. 134, 12/9/1989. DJJ, 137-233).

Tal argumento se basa en que el ejercicio de la patria potestad es una institución de orden público, irrenunciable, indelegable e indisponible. También en que nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido, conforme a la Convención sobre los Derechos del Niño, que los menores sólo pueden ser sujetos y nunca objetos de los derechos de terceros y que el "interés superior del niño", que incluye al adolescente, es una pauta de decisión que "proporciona un parámetro objetivo para resolver los conflictos del niño con los adultos que lo tienen bajo su cuidado".

En suma, la entrega de la autorización del club es potestativa pero su ejercicio deviene en abusivo cuando afecta las garantías constitucionales de no obligar a hacer lo que la ley no prohíbe y de que nadie puede obligar a otro a permanecer en una asociación.

Contrariamente y en forma paulatina se abre camino una tendencia que ante ciertas circunstancias va reconociendo los derechos de los clubes. En tal sentido, en estas mismas páginas el 7/11/09 el Dr. Horacio Freiberg ilustró sin eufemismos las penurias que sufren los clubes regionales por el éxodo "gratuito" e indiscriminado de sus noveles juga-dores.

Para sustentar esta postura se ha señalado que "No puede, ni debe, prescindirse de atender que el empeño y afiliación de la formación física y deportiva de los menores no se subvenciona sólo con la cuota social". Y que "la institución también ha hecho esfuerzos humanos, económicos y deportivos concurrentes a la formación del deportista". (LL, 1993-C-1066; LL, 1980-B-869)

En el caso "Olave", la Excma. Cámara de Apelaciones de Neuquén, Sala III, recientemente rechazó el amparo interpuesto por los padres de un futbolista que pretendía el pase libre, en orden a entender: 1) que no se afectaba el interés del menor de jugar al fútbol; 2) que no se había individualizado el club en el que se pretendía continuar la práctica deportiva; 3) que la inscripción original dada por los padres implicaba una elección y un sometimiento a una reglamentación y 4) que quedaba en cabeza de la actora acreditar la arbitrariedad manifiesta o exorbitancia de la postura del club.

Suscribimos a la postura de no judicializar estas cuestiones mas, si ello ocurriese, no correspondería juzgar en abstracto, debiéndose analizar cada caso en particular para determinar hasta dónde han sido conculcados los derechos de las partes.

Coincidimos en que los derechos de los clubes no deben ser ignorados mas, en la medida en que el club pretenda un mayor aprovechamiento económico, deberá demostrar como lógica contrapartida haber cuidado, formado y afrontado todos los riesgos que la gestación integral de un jugador conlleva.

Por último, y a la luz de temperamentos tan opuestos como los expuestos, convendría avanzar en una reglamentación que fijara un marco definitivo a las transferencias de jugadores amateurs.

No es fácil la tarea de armonizar la intrincada trama de derechos y obligaciones que se entrecruzan: fines paternos que pueden ser contradictorios con los institucionales, respetables intereses de los clubes, legítimas expectativas de éxito y, por sobre todos ellos, los deportistas aficionados con sus ganas de jugar a cuestas.

Por ello me sumo a la exhortación que desde distintos estrados judiciales se ha efectuado en pro de una prolija legislación del tema que, sin soslayar los derechos de los clubes, respete el interés superior de quien, sin perjuicio de ser un destacado jugador, es ante todo un niño.

MARCELO ANTONIO ANGRIMAN (*)
Especial para "Río Negro"

(*) Abogado. Profesor nacional de Educación Física.

marceloangriman@ciudad.com.ar

martes, noviembre 17, 2009

Torneo Oficial de Fútbol 2009 (Liga Rionegrina de Fútbol)

Equipo J G E P GF GC Pts

Fortín Luro 13 9 2 2 29 17 29
San Lorenzo B. Lindo 13 8 3 2 18 9 27
Dep. Patagones 13 8 2 3 19 14 26
Lavalle 13 7 4 2 27 14 25
D. Villalonga 13 6 3 4 23 14 21
Sol de Mayo 13 5 4 4 25 17 19
V. Congreso 13 4 7 2 19 16 19
Fátima 13 4 7 2 20 18 19
F. y Tenis Burativich 13 5 3 5 17 16 18
J. Newbery 13 4 2 7 24 27 14
Santo 13 2 5 6 16 27 11
PeñaAzul y Oro 13 2 4 7 7 17 10
La Loma 13 1 3 9 11 23 6
San Martín 13 0 3 10 15 44 3

La general.
La tabla del año finalizó de la siguiente manera:

1) San Lorenzo (BL), 63 puntos;
2) Lavalle, 51;
3) Fortín Club, 50,
4) Deportivo Villalonga, 49;
5) Fútbol y Tenis, 48;
6) Deportivo Patagones, 45;

7) Sol de Mayo, 43;
8) Fátima, 40;

Decienden a Segunda División:

9) Villa Congreso, 37;
10) Santo, 24;
11) Jorge Newbery, 21;
12) Peña Azul y Oro, 12;
13) San Martín, 11
14) La Loma, 9.

jueves, noviembre 12, 2009

"Mi alejamiento ya estaba decidido" Jorge Grudl



El entrenador Jorge Gruld sostuvo que su alejamiento de la dirección técnica del Deportivo Patagones ya estaba decidida hace bastante tiempo y aclaró que nada tuvo que ver el resultado adverso del domingo frente a Fortín Club que le impidió al conjunto maragato seguir luchando por el título del torneo Oficial de la Liga Rionegrina.

“Es algo que había decidido hace tiempo. Ya tenía pensado que iba a dejar de ser el técnico del Deportivo Patagones sea cual fuera el resultado en la definición del torneo Oficial por motivos personales, que tienen que ver con inconvenientes laborales”, expresó ayer al mediodía en el panorama deportivo En el Angulo, que se emite por la señal de Radio Noticias.

Gruld comentó también que a sus problemas laborales se le sumaron inconvenientes de salud con el ayudante de campo, lo que hizo mas ardua la tarea del entrenador ya que sólo contaba con el preparador físico.

“Si bien los muchachos quieren que siga, no veo bien que la cabeza del grupo no pueda estar hasta el final de un entrenamiento. Me parece que si el técnico no puede dar el ejemplo en las prácticas, después no le puede exigir compromiso a sus dirigidos por más que sea por cuestiones laborales”, dijo.

“No podía estar enchufado del todo con el plantel. Había semanas que podía estar en todas las prácticas y había otras en la que me tenía que ir antes de terminar de entrenar y se me complicaba. El tema del resultado del domingo aceleró la salida, pero nada más”, completó.

El domingo pasado, Deportivo Patagones perdió 2 a 1 con Fortín Club en Pedro Luro, equipo que se coronó campeón del torneo Oficial, y la derrota lo dejó sin posibilidades de pelear el título hasta la última jornada.

Por último, Jorge Gruld recordó que el mes venidero la formación maragata comenzará la pretemporada con vistas a su participación en el Torneo del Interior y afirmó que el equipo necesita un director técnico que pueda dedicarle el tiempo necesario al trabajo del plantel.

“Ahora se viene el Torneo del Interior, que es una competencia nacional en la que tenés que dedicarle mucho mas tiempo que el campeonato local. Seguro llegarán refuerzos y yo no puedo armar una práctica y retirarme antes que los jugadores, ellos se lo bancaban pero no es lo mas normal”, culminó.


Gruld tiene complicaciones laborales.

lunes, noviembre 02, 2009

Deportivo se mantiene al acecho


Deportivo Patagones consiguió un triunfo tan sufrido como merecido, en realidad fué el único equipo que puso ideas futbolisticas en la cancha, sobre Fútbol y Tenis de Mayor Buratovich por 1 a 0 y el próximo fin de semana viajará a Pedro Luro para intentar bajar al puntero Fortín Club.

El tanto de la victoria maragata fue obra de Denis Iogna con un bombazo de zurda desde afuera del área luego de una maniobra individual lujosa por parte del diminuto "mediapunta" a los trece minutos del complemento.

Cuando restan dos fechas para terminar el certamen, Deportivo se encuentra tercero, a tres unidades del líder y a una del actual campeón, San Lorenzo de Barrio Lindo.

La formación orientada por Jorge Gruld fue ayer la que buscó el triunfo desde el primer minuto y la única que mostró ganas de ganar.

Sin embargo, chocó contra su propia impericia y tuvo que esperar hasta el segundo tiempo para que plasmar en el marcador la evidente superioridad que había en el juego.

El siempre movedizo y e inteligencia Luis Morel mostró chispazos de su talento cada vez que entró en acción, pero no hubo un acompañamiento general a la visión del “Pepo”.

El encargado de abrir la cerrada defensa del conjunto de Buratovich fue Iogna, con un disparo de media distancia.“Sabíamos que debíamos ganar, sea jugando bien o jugando mal”, expresó el autor del gol de la victoria, conciente que estos tres puntos eran fundamentales.

Sobre el gol anotado, Iogna sostuvo “que no tengo problemas en pegarle con cualquier de las dos piernas” y con respecto a los resultados que registraron en los otros partidos, afirmó que “nosotros vamos a darle hasta el final”.


Deportivo Patagones: Cellerino; O. Sosa, Rocha, G. Sosa y Rodríguez; Morel, N. Sosa, C. Sosa y Marín; Muñoz e Iogna.

DT: Jorge Grudl.


Fútbol y Tenis: Mino; Roa, Úbeda, Podlech y Romero; Martínez, Rodríguez Blanco, Herrera y D. Pazos: A. Pazos y Cuneo.

Árbitro: Luis Jaramillo. Gol: ST, 13m Iogna (DP).