lunes, octubre 09, 2006

El fútbol del Depo impuso respeto (ganó el primer chico a Lavalle en Viedma por 2 a 1)

Quienes tienen la pasión de ir a la cancha y disfrutan con el fútbol no se merecen la falta de respeto -y el desprecio- de tener que ver un partido en el terreno de juego de Villa Congreso. Realmente es dificil caminar sobre la mezcla de mogotes y pozos del piso de los rojos viedmenses - donde hace de local el Deportivo Lavalle-, tratar de jugar con una pelota sobre esa superficie es imposible. Por supuesto la calidad de los encuentros de la LRF está de acuerdo a ello.
Pero a quien le interesa esto?, a nadie, a nadie le importa que la calidad del juego (y off course el espectáculo) mejoren...
Que les hizo este maravilloso juego a esta gente para que lo traten tan mal..?

Bueno pero dejemos de filosofar y pasemos a la tarde ventosa de domingo en el abandonado predio antes mencionado (la cancha de Villa), Lavalle dirigido por Alberto "El Flaco" Entraigas con todas la pilas puestas salió a jugarle al Tricolor que se plantó en la cancha con su gente de "buen pie" tratando de hacer lo que sabe en ese terreno impresentable.
El equipo del barrio idem no llegó al arco del flamante padre Alfredo "faridh" Cellerino, a pesar del fuerte viento a favor en los primeros 45 minutos.
El Depo les llegó en 4 o 5 oportunidades a posición de gol, pero nuestros artilleros estaban con la polvora mojada y en el último disparo siempre se la entregaron a las manos del arquerito viedmense.

Nos toca la mala leche y antes de finalizar el primer tiempo se lesionan Denis Iogna y el Pato, ingresando el Zurdito Sosa y Marin por los siniestrados.
Los pibes ingresados desde el banco "la rompieron" y el el segundo tiempo a pesar de la mala tarde de los puntas se comenzaron a crear incontables situaciones para marcar.

El primero llega en una jugada colectiva de ataque que Cristian Sosa culmina tocando frente al arquero, el segundo Pepo Morel entrando por el segundo palo culmina una jugada de Gaby Gonzalez que termina en centro.

Después a pesar de las ganas de Lavalle y de un cabezazo en una pelota parada que salva Faridh, si terminaba 4 o 5 a cero nadie se hubiera sorprendido pero a los 49 minutos del periodo complementario aparece la tipica ayudantía arbitral a los equipos barriales, tiro libre que llega al área -mancha- y penalty (dirian los españoles).


El Rulo Marín comenzó a demostrar en la cancha sus posibilidades reales de talento y calidad técnica.