En una hermosa tarde de fútbol, creando incontables situaciones de gol e imponiendo su juego mediante el "pressing" y el toque a un equipo que tiene la cultura de llevarla pegada al suelo, el Tricolor impuso con lujos su calidad colectiva e individual.Se cumplió a rajatablas el libreto que marcó el Perro Iervasi en la charla previa, y las llegadas al arco de los amarillos del Barrio Mi Bandera comenzaron de inmediato al pitazo inicial del árbitro.
Pero se tardó 14 minutos para inaugurar la red, fué luego de una pelota que gana el Tata Sosa en mitad de la cancha sobre el lateral izquierdo y encara el arco Santo, antes de pisar la zona de los lamentos le pega fuerte y a media altura, el lungo arquero viedmense da rebote y el Gaby que atropellaba la empuja con calidad y la caprichosa se duerme en las mallas.
Las situaciones se siguieron sumando, el Perro decia: - Increible los goles que nos comemos...! , antes de finalizar el primer tiempo Fede Faroux en vertiginosa apilada pasó hasta el arquero y definió con un toque suave.
El 2 a 0 tranquilizó al técnico, en la cancha jugaba un solo equipo y así teminó el primer tiempo.
La platea local aplaudía la buena perfomance y comentaba la falta de eficacia, pero se disfrutaba el dominio.El equipo de Valdebenito no aparecía sobre el cesped perfecto del Deportivo Patagones.
Cristian Zarsosa (aquí con Miguel Galiano el domingo pasado en cancha de Jorge, con la camiseta de El Ciclón), regresó a su nivel de quite y toque dando cátedra de como se juega de volante central.Lenteja Muñoz y el Patito Saez aprovechaban para desplegar talento y ganas, por eso no llamó la atención que llegue el tercero (3 a 0) en una jugada por derecha en la que define el Pepo Morel con violenta volea que casi arranca la red y el uno Santo no atinó ni a poner las manos ( ni la vió).
Iervasi metió tres pibes, a el Zurdito Sosa por el Pato, a Facundo Pallero por Lenteja y al Flaco Abel por Pablo Panetta. (a cuantos años bajamos el promedio de edad del equipo?, me preguntaba el técnico)Y llegaron el cuarto y el quinto (los dos de Gaby, luego de errar varios mano a mano) definiendo dos de la muchas ocaciones en que se pudo marcar.
El club viedmense acercó mucha gente al Estadio Tricolor que los alentó todo el partido y amenazó -como única posibilidad de desahogo- con "ya van a tener que ir al barrio...!"
Hugo Iervasi contento y arropado (a pesar de la temperatura elevada de la tarde) disfruta los últimos minutos del juego.
El Depo se va aplaudiendo a la concurrencia, que les retribuye con el mismo acto.
La familia de Raul Muñoz alentó desde la platea luciendo una remera con la imágen de Lenteja, quién a pesar de su corta edad ya es un historico del Depo.