domingo, marzo 19, 2006

Del Lenteja y la pelota (Un homenaje a Raul "Lenteja" Muñoz)


Del Lenteja y la pelota

Quizá surgió como un duende en el desconcierto que da la gambeta, una tarde cualquiera.
Y en el viento que cubre los barrios del pobrerío su sombra comenzó a aseñorarse, a gobernar potreros y canchitas, a volar con los remolinos (y a ganarles).
El efecto de su empeine en la redonda atenuó sonidos de torpeza, los cubrió de destellos (fascinante), no la dejó tocar el piso.
Las miradas lo buscaron.
Y ella obedeció (cautiva), enamorada, nadie más pudo besarla.
Se sentía el murmullo del suburbio, cuando esa sombra a la carrera tiraba un sombrero y luego la dormía en un enganche (en un suspiro). Cabeza levantada y ojo astuto, intencionado, cambio de frente o pase medio gol.
Y ella si allá voy, esclavizada.
Los rivales nunca estan en su camino, aéreo y zigzagueante, el viaja por los lugares por donde no va nadie.
Y delante de su paso ella corre, obediente, subyugada, eternamente acariciada.
En incendio de polvo y rival desairado, nos despertó para siempre de la siesta infinita, solo con la gambeta, solo con el toque, solo con el impacto de los tres dedos.
Y ella siempre si, adonde vos quieras, Lenteja.

(1997)